¿Tu empresa aún gestiona la dispersión de nómina con procesos poco eficientes, plataformas desconectadas o intermediarios costosos?
Hoy, gracias a la evolución del ecosistema financiero, las tarjetas empresariales expedidas a través de un emisor de tarjetas propio o integrado se han convertido en una solución ágil, segura y controlable para dispersar pagos a empleados de forma más eficiente.
En este blog te explicamos cómo optimizar el pago de nómina con tarjetas empresariales puede transformar tu operación.
¿Qué son las tarjetas empresariales y cómo se usan para la nómina?
Las tarjetas empresariales son plásticos físicos o digitales emitidos a nombre de la empresa, pero asignados a un colaborador. Pueden utilizarse para diversos objetivos como el pago de nómina, viáticos, bonos o gastos operativos.
Algunas de sus ventajas en general frente a la transferencia tradicional son:
Fondos disponibles en minutos.
Control de saldo y límites por tarjeta.
Registro automático de movimientos.
Posibilidad de restringir giros o fechas de uso.
Reemplazo rápido en caso de extravío.
Ventajas de contar con un emisor de tarjetas para dispersión de nómina
Cuando tu operación se apoya en un emisor de tarjetas integrado a tu sistema financiero, eliminas múltiples pasos y dependencias de terceros. Además, aumentas el control sobre los fondos y puedes ofrecer una mejor experiencia tanto a colaboradores como a tu equipo de administración.
Beneficios clave:
Dispersión masiva programable desde tu sistema.
Integración con reglas de negocio personalizadas (ej. bonos variables, sueldos escalonados, anticipos).
Reducción de errores humanos y operativos.
Cumplimiento fiscal más sencillo gracias al respaldo automatizado de movimientos.
Uso más allá de la nómina tradicional
Otros beneficios de la emisión de tarjetas propias son:
Asignar tarjetas temporales a contratistas o vendedores por proyecto.
Controlar gastos operativos por departamento con tarjetas prepagadas.
Lanzar programas de beneficios para empleados con tarjetas de uso específico.
Esta flexibilidad convierte a la emisión de tarjetas en una herramienta de gestión, no solo de pagos.
Si quieres implementar tarjetas propias te recomendamos buscar un emisor de tarjetas que te permita:
Cumplir con normativas.
Configurar las tarjetas de forma flexible (montos, límites, giros).
Supervisar y auditar todas las transacciones en tiempo real.
Integrarse fácilmente con tu sistema de dispersión o core financiero.
¡Éxito en tu empresa!
Quizá te pueda interesar: Cómo lanzar productos financieros sin desarrollar desde cero

Comentarios
Publicar un comentario