Sin duda alguna, la muerte es un tema muy delicado de hablar a cualquier edad y como adultos, nos puede resultar aún más incómodo y difícil cuando se trata de explicarlo a niños y niñas. Sin embargo, no hay razón para ello, ya que a pesar de nuestras creencias, los niños y niñas tienen una gran capacidad de comprensión y sobre todo de aprendizaje, pues se encuentran en pleno desarrollo.
No obstante, si es importante considerar la edad, experiencias, creencias, sentimientos, forma de ver la vida del niño o niña y sobre todo, de su relación con la persona (o animal) fallecido, para encontrar la mejor forma de explicarle este proceso natural de la vida.
Si se te dificulta abordar el tema de la muerte con niñ@s, esta es una guía sobre cómo hacerlo de la mejor forma posible:
Precauciones generales
Recuerda que además de comunicar verbalmente también lo haces con tu cuerpo, por lo que es muy importante que cuides tus gestos, ademanes, estado de ánimo e incluso tu tono de voz. Recuerda que los niños y niñas son muy observadores y capaces de detectar las emociones con facilidad.
Es muy importante que nunca evites hablar de este tema, de hacerlo, los niños y niñas pueden percibir el tema como algo negativo y dudarán de hacer preguntas por lo que es probable que obtengan esa información de fuentes menos confiables.
Elige tus palabras con sumo cuidado, recuerda que lo que a ti te tranquiliza, a los niños(as) podría asustarlos. Con esto nos referimos a conceptos espirituales y religiosos que incluso conllevan otra explicación.
Limita la exposición de lo que los medios de comunicación transmiten acerca del tema ya que esto podría estresar, confundir o mal informar a niños y niñas que aún no tienen claridad en el concepto.
La clave de toda comunicación interpersonal es la escucha activa y cuando se trata de niños y niñas no es diferente. Dejar que se expresen con libertad y responder todas sus preguntas les hará sentir seguridad y confianza contigo.
¿Cómo responder preguntas difíciles?
La curiosidad es una característica intrínseca de la infancia por lo que al tratar este tema con niñ@s, inevitablemente harán preguntas que pueden resultar difíciles de responder.
Aquí te damos algunos consejos para responder sin titubeos:
¿Cuándo te morirás tú?
Esta pregunta puede parecer agresiva para cualquier adulto y por ende, difícil de responder. Sin embargo, se trata de una preocupación latente del niñ@ por lo que hay que responder con honestidad pero también con delicadeza y empatía.
Una respuesta apropiada podría ser:
"Yo no espero morirme en mucho tiempo. Espero estar aquí contigo todo el tiempo que necesites. Pero si papá, mamá o un ser querido fallece, habrá muchas personas que te cuidarían como la tía, el tío, hermanos, la abuela, etc…¨
¿Qué pasa cuando mueres?
Aquí hay que tener mucho cuidado con las respuestas ambiguas ya que la expresión de descanso eterno o descansar en paz, puede prestarse a confusiones sobre la idea de ir a descansar.
Incluso puede sembrar el miedo del niño o niña sobre la acción de descansar o dormir por la angustia de no volver a despertar.
Siendo así, tu respuesta dependerá de tus creencias y las que le inculcas a tu hijo o hija, pero también de factores como su edad, contexto, experiencias, sentimientos, etc.
Algunas otras preguntas difíciles pueden ser:
- ¿La muerte es para siempre?
- ¿Morir duele?
- ¿Dónde está ahora?
Para contestarlas es importante ser claros, mantener la calma y dar respuestas coherentes sin excederse en la información.
Falleció un ser querido… ¿Cómo decírselo a un niño/a?
Para empezar, la noticia del fallecimiento debe comunicársela al niño o niña una persona de su confianza, ya sea su padre, madre o en caso de ser necesario, el adulto con mayor vinculación afectiva con el infante.
Busca un lugar tranquilo, conocido y seguro para darle la noticia y sitúate a su misma altura para poder reconfortarlo.
Considera todo lo anteriormente mencionado para comunicarle el fallecimiento del ser querido, sobre todo cuando se trata de adaptar el lenguaje.
Adopta un tono suave, cariñoso, dulce, respetuoso, cercano y calmado sin dejar de lado la honestidad y claridad que requiere el mensaje.
NO utilices metáforas para explicar la muerte y no tengas miedo de mencionar esta palabra, solo intenta hacerlo con delicadeza.
Permite que el niño/niña se exprese y haga todas las preguntas necesarias.
No dejes solo al niño/niña y no reprimas sus reacciones. Si te lo pide, también puedes darle espacio para que digiera la noticia.
Dale respuestas sinceras y honestas sin brindarle más información de la que puede asimilar.
¿Qué hacer cuando es un evento traumático?
Cuando se trata de la muerte imprevista de un ser querido, puede resultar en un evento traumático para el que es posible que sea necesaria la asesoría de un profesional en el área, una persona con una maestría o un diplomado en tanatología.
Esperamos que toda esta información te sea de ayuda para manejar este tema con delicadeza y de la mejor forma posible.
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