Así como cuidamos nuestra salud física acudiendo al doctor o al dentista de forma regular para asegurarnos que todo esté en orden, es importante mantener en las mejores condiciones posibles nuestra salud mental.
Sobre todo considerando la situación actual en la que vivimos, en la que estamos en medio de todo tipo de crisis; de salud, económica, medioambiental, laboral, climática, entre otras.
De hecho, no es de extrañar que hoy en día una de las disciplinas que más ha crecido y se ha popularizado es la licenciatura en psicología y sobre todo enfocada en el ámbito clínico, o sea en la terapia.
Así que si tu eres una de las miles de personas que ha tenido su despertar de sanación mental y ya acudes a terapia, en primer lugar queremos felicitarte por comenzar a priorizarte y en segunda instancia, te recomendamos que sigas leyendo este blog pues podría serte de ayuda…
Encontrar a tu terapeuta ideal puede ser un proceso un poco complicado pues hay varios factores que se toman en cuenta como el costo por sesión, la corriente de la terapia, la especialización del terapeuta, etc.
Y no solo se trata de eso, sino que una vez que ya has elegido y tienes terapeuta de cabecera debes estar monitoreándote continuamente para saber si la terapia realmente te está funcionando y si te sientes cómodo.
Para asegurarte de que en tu proceso terapéutico va todo bien, en este blog te señalaremos algunas red flags que si llegaras a notar en tu terapeuta, son una clara advertencia de que salgas huyendo de ahí.
Red Flags que podría tener tu terapeuta 🚩
🚩 No te sientes en un espacio seguro
Si a pesar del número de sesiones que has tenido con tu terapeuta no logras conectar y te sientes en un espacio inseguro es momento de cambiar de terapeuta. Con mayor razón si en algún momento te sentiste una persona infravalorada, criticada o invalidada.
🚩 Te sientes juzgado
Contar nuestros problemas, pensamientos y emociones puede resultar difícil sobre todo cuando es a una persona completamente desconocida y es muy probable que creas que serás juzgado por ello.
No obstante, en terapia esto no debe pasar, todo lo contrario, tu terapeuta debe enfocarse en escucharte y crear un espacio seguro para que te expreses sin temor alguno y con total libertad.
debe respetar tu identidad y creencias y nunca debe intentar cambiarte o imponer sus propias ideas/creencias sobre ti.
🚩 No te respeta
Ya sea porque seas de cierta religión, postura política o cualquier otro aspecto que sea parte de tu identidad, nada de ello debe representar un problema para tu terapeuta una vez que ha aceptado trabajar contigo y mucho menos debe querer cambiarte o imponer sus ideas/creencias.
🚩 Es inflexible
Si durante tus sesiones notas que únicamente hablan de lo que tu terapeuta quiere y pocas veces o nunca te da la oportunidad de establecer un tema importante para ti, no es buena señal.
🚩 No te pone atención
Ya sea terapia presencial u online, lo cierto es que es fácil distraerse con el teléfono u otra cosa, pero esto no quiere decir que sea normal y mucho menos que tengas que aguantarlo.
Si notas distracciones recurrentes de tu terapeuta mientras hablas es mejor que se lo comuniques de inmediato, pero si el problema persiste, entonces es momento de buscar a otro profesional.
🚩 No respeta tu tiempo
Las personas que se dedican a dar terapia a menudo tienen una agenda bastante apretada entre diferentes consultantes, por ello no es extraño que sean bastante estrictos con sus horarios.
No obstante, ese mismo respeto es el que debe tener por tu tiempo de consulta y aunque unas cuantas faltas se pueden entender, no permitas que prácticas como cancelar citas sin previo aviso, comenzar muy tarde, o simplemente acortar tus sesiones sean recurrentes.
🚩 Te sientes forzado
La terapia es un proceso largo, que requiere dar pasito a pasito hasta llegar a cumplir los objetivos. Además para alcanzarlos es necesario mucho trabajo personal que por supuesto, no incluye para nada ser forzado por tu terapeuta para cambiar pensamientos o sentimientos de la nada.
Por otro lado, tampoco te dejes forzar para hablar de temas o situaciones de los que aún no estás listo para conversar. Si esto pasa, sal de ahí inmediatamente.
🚩 No es neutral
Tu terapeuta no es tu amigo/amiga por lo que no tiene que estar siempre de tu lado y mucho menos tomar partido de una situación que le estés contando. Incluso si le estás hablando de la peor persona del mundo, tu terapeuta debe sonar siempre neutral.
🚩 No tiene límites
Los límites son uno de los principales temas que se tocan en terapia, por lo que no hay red flag más grande que el hecho de que tu terapeuta no los tenga y no respete los tuyos.
Recuerda estar atento/atenta a estas señales y asegurarte de que tu terapeuta cuenta con la licenciatura en psicología para asegurarte de que estás en manos de una verdadera persona profesional de la salud.
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