3 Lecciones que nos ha dejado la pandemia sobre el entorno laboral


Hace casi ya dos años que llegó la pandemia por COVID-19 a nuestro país y que cambió por completo la forma de vivir de los y las mexicanas en todos los aspectos. 

Las escuelas cambiaron a una modalidad virtual, las plazas y lugares públicos cerraron, los eventos masivos desaparecieron, el trabajo pasó a ser remoto, entre muchos otros cambios que se vivieron en ese periodo. 


Sin embargo, dentro de todo lo malo que nos hizo pasar la cuarentena, también podemos encontrar nuevos aprendizajes de distintas áreas de nuestra vida como la familia, las amistades, el trabajo, la escuela, etc. 


En este blog justo nos enfocaremos en hablar sobre las lecciones que nos ha dejado la pandemia sobre el entorno laboral. 


Así que sigue leyendo para conocerlas todas y comenzar a ponerlas en práctica. 


  1. El trabajo en oficina no siempre es la mejor opción


El modelo de trabajo presencial de asistir a la oficina 5 días a la semana con un horario establecido de 9am a 6pm es en realidad muy poco provechoso por varias razones de las que te hablaremos a continuación.


Seamos realistas, si bien sabemos que la Ciudad de México es la entidad que más aporta al PIB nacional, poco se habla de que un porcentaje importante de los trabajadores de la CDMX provienen de la periferia y sobre todo del Estado de México. 


Según datos del Excélsior, más de un millón de personas se trasladan del EDOMEX a la Ciudad para trabajar, por lo que representan alrededor del 21% de la población ocupada del Estado de México. 


Ahora bien, considerando que el tiempo promedio de traslado entre estas dos entidades es de más de una hora y 28 minutos, esto quiere decir que una gran parte de los empleados pasa diariamente más de 3 horas en transporte público. 


El dato se vuelve alarmante cuando consideramos que muchos de los trabajos que llevan a cabo en su oficina pueden hacerlos perfectamente desde su hogar, tal como hasta ahora se ha demostrado con la pandemia. 


De igual forma es importante considerar que el home office y la flexibilidad en el trabajo, son dos de los factores que más valora la generación millennial y centennial por lo que los trabajos deben adaptarse a estas nuevas necesidades si quieren mantener a sus empleados felices y productivos. 


El home office sin duda trae múltiples beneficios para los empleados, desde el hecho de no tener que trasladarse largas distancias, lidiar con el transporte público y el tráfico, tener mejor calidad de sueño y por ende de vida, poder convivir con la familia, etc. 


Pero las ventajas no solo aplican para los trabajadores sino también para los patrones ya que trabajar en modalidad home office reduce el gasto de renta de oficina e insumos además de que asegura mayor comodidad y felicidad en los trabajadores. 


No obstante, sí es importante llevar un control y buena organización para que el modelo de home office realmente resulte funcional en una empresa. De esta parte se puede encargar un profesional con maestría en administración de proyectos que especifique los detalles del nuevo modelo de trabajo y establezca los nuevos procedimientos a seguir. 


  1. El home office no es sostenible para todas/todos 


Recién te acabamos de hablar sobre todos los beneficios que representa el home office tanto para empleados como para empleadores pero sabemos que no se puede analizar un fenómeno con imparcialidad sin ver bien las dos caras de la moneda. 


Y es que si bien el home office representa un modelo de trabajo que se adapta a muchísimas personas, también es cierto que hay quienes no tienen las condiciones para trabajar en su casa permanentemente. 


Por ejemplo, quienes son madres o padres y tienen que trabajar en casa pueden tener dificultades para encontrar un lugar tranquilo para llevar a cabo su jornada laboral por lo que implica tener niños y niñas pequeños en casa. 


De hecho, con frecuencia las madres y padres que trabajan en casa deben llevar a cabo las tareas del hogar junto con las de su trabajo al mismo tiempo, por lo que realmente no les resulta productiva ni conveniente la modalidad de home office.


Por otro lado también hay quienes no cuentan con un espacio para trabajar con tranquilidad y mucho menos para tener juntas con cámara encendida ya que no tienen suficiente privacidad en su hogar. 


Además, otro de los factores que dificultan el home office es la mala conexión de internet que tienen algunas personas o que de hecho, hay quienes aún no tienen internet en sus hogares ya sea por la zona, el costo, entre otros factores. 


Por esto, es importante que antes de implementar un cambio significativo en el modelo de trabajo tradicional se examine bien la situación con una persona con maestría en administración de proyectos que se encargue de consultar las necesidades de cada trabajador y así establecer un modelo que convenga a todos y todas. 


  1. Es urgente ofrecer mayores facilidades a las personas para integrarse al mercado formal laboral. 


Si algo dejó claro esta pandemia es que los trabajadores más afectados por las crisis fueron los empleados informales, ya que aquellos que están contratados formalmente tienen cierta ¨protección¨ debido a los altos costos que implica un despido. 


Actualmente ya comienzan a recuperarse miles de empleos, pero es preocupante que la informalidad regresé a los niveles que tenía en los tiempos de pre pandemia ya que de hecho, en algunos estados el trabajo informal es el refugio del desempleo. 


Y es que aunque empleos en modalidad freelance, trabajo remoto, etc, brindan oportunidades en cuanto a la flexibilidad laboral se descuidan otros elementos igual o más importantes como la seguridad social y otros derechos básicos laborales. 


Para reducir los costos de la formalidad laboral ya se han planteado diversas alternativas como la reducción del Impuesto Sobre la Renta para trabajadores de bajos ingresos y utilizar la política tributaria para incentivar la incorporación de trabajadores por cuenta propia al Servicio de Administración Tributaria (SAT), sin embargo todavía falta mucho que trabajar en estos aspectos ya que hay más factores que deben cumplirse para dar de alta a un trabajador formal. 


Por ahora podemos decir que es realmente urgente trabajar en una agenda para reformar el mercado laboral que incluya un seguro de desempleo y herramientas que incentiven a los trabajadores independientes a que se formalicen. 


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