Vivir una negligencia médica es un evento que puede llegar a ser sumamente traumático, dependiendo de su gravedad. Sobre todo en aquellos casos donde la secuela es la muerte o el daño permanente en los pacientes.
Aunque también es cierto que existe otro tipo de daño que para algunos es aún más difícil de superar que el físico; el moral y psicológico.
En este blog te hablamos de las consecuencias que puede tener una negligencia médica en la calidad de vida del doliente, de sus familiares y hasta del mismo médico.
Médicos
Cuando un médico comete una mala praxis puede llegar a enfrentar un juicio y pagar monetariamente o bien, con una suspensión temporal de su licencia.
Sin embargo, también pueden existir otro tipo de secuelas como la pérdida de confianza tanto en sí mismos, como de sus pacientes y por ende, hacerse de una mala reputación. Tal es el caso de instituciones públicas como el IMSS o ISSSTE que reciben múltiples denuncias por negligencia médica.
De igual forma los médicos responsables pueden desarrollar un sentimiento de culpa que varía según la gravedad de su falta y que en ocasiones llega a obstruir seriamente su carrera profesional.
Dolientes y familiares
En estos casos la pérdida de confianza también es una consecuencia, solo que aplica de manera diferente, ya que los afectados pierden confianza en el sistema de salud y en ocasiones deciden dejar de asistir, lo cual es aún más contraproducente para ellos.
Por otro lado, en la familia se producen sentimientos de ansiedad, miedo y desasosiego debido a la incertidumbre que causa vivir esta situación.
De igual forma, una negligencia médica que no recibe correcta atención jurídica, provoca un fuerte sentimiento de indefensión, desesperanza y depresión por no saber cómo actuar ni a dónde acudir.
Quizá te pueda interesar: Casos de negligencia médica en México
Comentarios
Publicar un comentario