¿Al colocarte o retirarte tus lentes de contacto has notado que tu líquido se acabó? No eres la primera ni la última persona a la que le ha pasado esto y precisamente por eso en este blog te diremos qué puedes hacer al estar en esta situación.
La primera y mejor opción es ir a una farmacia o clínica oftalmológica para comprar una nueva solución. Sin embargo, cuando se trata de una emergencia, no hay ningun lugar cercano o cualquier otra situación, esto es lo que debes hacer:
No uses agua
Ya sea del grifo o incluso del garrafón, no sumerjas tus lentes de contacto en agua ya que este líquido ni limpia ni es desinfectante.
No uses tu saliva
Por si alguna vez se te había cruzado por la mente humedecer tus lentillas con tu saliva, ahora te decimos que NO lo hagas. La saliva no es una solución estéril.
No hagas una solución casera
En internet se puede encontrar cualquier cosa pero no quiere decir que sea verdad o beneficioso, sobre todo cuando se trata de salud. Por favor, no intentes seguir una receta para crear un líquido casero.
Entonces ¿qué debo hacer?
Los especialistas recomiendan, solo en casos de emergencia, guardar tus lentes de contacto con una solución salina que aunque no los desinfecta si los mantiene en buen estado. También se puede usar un suero fisiológico y buscar la solución adecuada en el menor tiempo posible.
Para crear una solución salina se recomienda disolver una cucharada de sal en un litro de agua previamente hervida y enfriada.
Guardar tus lentes de contacto con cualquier otro líquido puede derivar en el desarrollo de ciertas afecciones en la córnea como el síndrome de ojo seco, aparición de úlceras e infecciones como la queratitis.
Asegúrate de siempre tener solución para tus lentes de contacto, especialmente si vas a salir de viaje.
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