Pisos conductivos: Lo que debes de saber

pisos conductivos

Entre los diferentes tipos de pisos industriales que existen, los pisos conductivos destacan por ser recubrimientos con altas propiedades de conducción que sirven para descargar a tierra la electricidad estática generada o acumulada de manera controlada, evitando así la chispa y protegiendo a personas y equipos de accidentes.

Este tipo de pisos son utilizados principalmente en lugares cuyos procesos de producción requieren un fuerte control estático. Por ejemplo:


  • Áreas de ensamble de productos eléctricos

  • Áreas de producción industrial

  • Áreas de ensamble de partes eléctricas

  • Almacenes de productos químicos inflamables

  • Almacenes de materias primas

  • Almacenes de granos

  • Almacenes de productos inflamables

  • Almacenes de carton o madera

  • Laboratorios de polvos

  • Líneas de ensamble

  • Soldadura de componentes

  • Laboratorios

  • Gasolineras

  • Quirófanos

  • Instalaciones médicas

  • Centros de cómputo


¿Cómo funcionan los pisos conductivos?


Tienen un recubrimiento epóxico conductivo que funciona como un sistema ESD ((Electro Static Discharge) el cual permite controlar las cargas electrostáticas. Cuando la electrostática aparece, el piso conductivo descarga la energía hacia todo con lo que entra en contacto. 


En este caso el sistema arroja la corriente a una línea a tierra previamente instalada para disipar y evitar la descarga, protegiendo así los circuitos, paneles, celdas, salas de transmisión de energía, estaciones eléctricas, lugares con materiales altamente inflamables o material explosivo, quirófanos, etc.


Ventajas de instalar pisos conductivos

  • Son de fácil instalación.
  • Su mantenimiento es sencillo.
  • Son fáciles de limpiar.
  • Se ajustan a las necesidades del ambiente.
  • Cuentan con diferentes tipos de acabados estéticos.
  • Poseen alta resistencia a materiales químicos.
  • Tienen alta resistencia al desgaste por tráfico peatonal y de maquinaria. 
  • Poseen un fuerte nivel de adherencia.

Los materiales para la protección y prevención de descargas electrostáticas se pueden dividir en 3 tipos:


Antiestático

Resistividad generalmente entre 109 y 1012 ohmios por cuadrado. Las cargas electrostáticas iniciales se suprimen. 


Disipativo 

Resistividad generalmente entre 106 y 109 ohmios por cuadrado. Cargas iniciales bajas o nulas: evita que la descarga provenga del contacto humano. 


Conductivo

Resistividad generalmente entre 103 y 106 ohmios por cuadrado. Sin cargos iniciales, proporciona una ruta para que la carga se desvanezca. 


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