Hay un momento en la vida de todos y todas las jóvenes adultas en el que sin ninguna explicación comienza a salir a flote esa sensación de querer (o tener) que abandonar el nido; es decir, la casa de nuestros padres.
Para este sentimiento no existe edad ni circunstancias ya que varía dependiendo de cada persona. Por ejemplo, muchos deciden hacerlo desde muy jóvenes debido a problemas familiares, por conveniencia o bien hasta una edad más adulta en la que pueden independizarse sin problemas.
De hecho, en nuestro país el 72% de los jóvenes cree que la edad indicada para independizarse es de los 21 a los 26, aunque en realidad la edad promedio en que los y las jóvenes mexicanas lo hacen es hasta los 28 años con 9 meses, es decir, a vísperas de sus 30.
Sea cual sea tu caso, si ya te empezó a dar la cosquillita de la independencia, probablemente este blog te ayude a tomar la decisión definitiva para hacerlo o no, ya que siendo realistas es muy cómodo vivir en casa de papá y mamá.
Lee a continuación las 5 señales más claras que indican que es momento de salir del nido.
Tu recámara te queda chiquita 🏠
Has comenzado a comprarte muebles y aparatos electrónicos que ya no caben en tu recámara, por lo que necesitas un espacio mucho más grande, como una casa para tenerla tal como a ti te gustaría.
En caso de tener hermanitos y/o hermanitas ya te toca compartir tu recámara por lo que ese pequeño cuarto se vuelve aún más pequeño.
Sin mencionar que cada vez tienes menos privacidad de la que necesitas pues quieres salir de fiesta con tus amigos o pareja y llegar hasta tarde o llevar a alguien a dormir a tu casa pero simplemente no puedes porque es casa de tus papás, no tuya.
Tienes un trabajo y sueldo estable 💰
Si ya tienes un trabajo con sueldo estable con el que te alcanza para cubrir tus gastos personales e incluso para apoyar con el gasto de la casa quizá ya te alcance para vivir por tu propia cuenta.
Para averiguarlo solo tienes que hacer cuentas y calcular cuánto gastarías en los servicios básicos, comida y renta de un lugar. También considera la compra de algunos muebles imprescindibles como un refrigerador, una estufa, etc.
Incluso si está en tus posibilidades puedes considerar adquirir un crédito hipotecario y así evitar pagar renta por un inmueble que no es realmente tuyo.
Cubres todos tus gastos 💲
Tal como lo dijimos anteriormente, si ya eres capaz de cubrir todos tus gastos personales como comida, ropa, artículos de higiene personal, entretenimiento, etc; es probable que ya te alcance para pagar una renta.
Incluso si te parece que los precios de las rentas son demasiado altos puedes considerar vivir con roomies, con tu pareja o con algún familiar que también esté buscando independizarse.
Eso sí, recuerda siempre ser muy cuidadosa(o) y selectiva(o) al elegir con quienes vivirás.
Cada vez hay más problemas 🚩
A veces independizarnos no es una decisión fácil que hayamos tenido tiempo de meditar y tomar. A veces se opta por esto debido a circunstancias fuera de nuestro control en un contexto difícil de vivir.
Un ejemplo de esto son los problemas recurrentes con familiares en casa, sean padres, hermanos, etc, o por violencias intrafamiliares, entre otras razones.
Si estás viviendo alguna de estas situaciones te recomendamos salir de tu casa por cuestiones de salud mental y seguridad lo antes posible. Recuerda que afortunadamente hay rentas muy bajas que puedes compartir con roomies para hacer menor el gasto.
Ya no es práctico ❌
Vivir en casa de tus padres pudo ser muy práctico la mayor parte de tu vida. Sin embargo, si ya llegaste a la edad o estás en una situación en la que más bien te resulta difícil quizá sea momento de abandonar el nido.
Por ejemplo, si tu trabajo o escuela queda demasiado lejos de tu hogar, si tienes pareja y te gustaría convivir más con ella, si las relaciones con tu familia se vuelven problemáticas, etc.
Recuerda que para independizarte no es necesario tener que pagar renta, si está en tus posibilidades puedes adquirir un crédito hipotecario y tener desde muy joven tu propio patrimonio.
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