Fortaleza de Masada: historia y recomendaciones para visitar




La fortaleza de Masada está en el desierto de Judea, a una escasa distancia del mar Muerto. Fue mandada a construir por Herodes, y le sirvió de protección cuando se escondía de otros ejércitos que buscaban derrocarlo.

Después de la destrucción del templo de Jerusalén por los romanos liderados por Tito, sirvió de escondite para un grupo de rebeldes judíos quienes negaban someterse al ejército enemigo.  

Según fuentes oficiales, Masada tenía una muralla de 6 metros de alto por 4 de ancho y 1.400 de largo.

La increíble historia tras sus muros

Eran más de 10 mil romanos, los que asediaron la fortaleza buscando mil y un maneras, de que los rebeldes se dieran por vencidos y terminar de conquistar la ciudad.  
Se construyen ocho campamentos y una muralla de 3,65 kilómetros para rodear las murallas. Muchos soldados cayeron debido a las altas temperaturas del desierto, sin embargo, tras 4 meses de asedio y ante la imposibilidad de entrar a la fortaleza escalando, Lucio Flavio ordenó la construcción de una rampa para ascender y destruir la muralla por el lado occidental. 
Al sentir su captura cercana, los judíos tomaron una de las decisiones más radicales que existen y acabaron con sus vidas. 
Como en todas las religiones, el suicidio está condenado, escogieron algunos hombres entre ellos que entraron casa por casa, matando a todos. 
Aunque lo anterior, es una historia espeluznante, hay que entender que de ser capturados, además de ser torturados y esclavizados, serían obligados a renunciar a su religión, por lo que no es tan difícil entender que prefieran morir como hombres y mujeres libres. 
La historia se conoce, gracias al hallazgo de los romanos y a un grupo de dos o tres personas quienes no quisieron morir y escaparon por los túneles de la fortaleza y contaron lo sucedido. 
Los romanos también encontraron provisiones para sobrevivir tres años más. 

Actualmente

La Fortaleza de Masada es un Parque Nacional abierto al público general. 

No se recomienda visitar en verano, debido a las altas temperaturas. La vestimenta debe ser cómoda, debido a las características del lugar, y llevar una botella grande de agua que puede ser rellenada en los múltiples bebederos del predio. 

La entrada tiene un costo de 77 shekels más el costo del teleférico y es una parada típica de cualquier  Tour a Tierra Santa

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