A todos nos encanta gastar, ya sea en un artículo nuevo, en un viaje, una ida a comer o cualquier cosa, es muy placentero desquitar un poco, el mucho esfuerzo que hacemos para ganar dinero.
Sin embargo, con el paso del tiempo nos damos cuenta que no hemos construido un patrimonio y que el dinero, así que llega, se va. Eso, además de una cruda moral, nos hace pensar en todas las cosas que podríamos tener y que no tenemos, por no hacer un uso sabio de nuestros recursos.
Si está buscando dejar de ser un comprador compulsivo, y adquirir el suficiente efectivo como para hacer el trámite de un crédito hipotecario, el enganche de un carro, abrir un nuevo negocio o contratar una póliza de seguros, te interesa leer lo siguiente:
No compres por impulso
Todos tenemos malos días pero eso no justifica que para sentirnos mejor vayamos al centro comercial y pasemos la tarjeta de crédito en todas las tiendas o que compremos un viaje ‘para despejarnos’.
Por más atractivo que una oferta resulte, planeemos nuestros gastos con anticipación y busquemos la manera de destinar una parte de los ingresos en una inversión a corto, mediano o largo plazo.
No tienes que negarte de todo lo que se te antoje, destina una pequeña parte a cualquier imprevisto o lujo que te quieras dar, un 10% por ejemplo, de esa forma no te estarás absteniendo de todo y sentirás que estás cubierta en caso de emergencias.
Sé más consciente
Típico que estás navegando por internet y de repente te encuentras un mueble nuevo a un buen precio y a mensualidades, antes de caer en ‘la trampa’, piensa si realmente lo necesitas, compara precios con otras tiendas y de esa forma realmente sabrás si es una oferta.
Muchas veces pasa, que te suben una cantidad considerable por sacarlo a pagos y terminarás gastando mucho.
La paciencia es la clave
Cometemos muchos errores gracias a los impulsos, a la próxima que quieras deslizar alguna de tus tarjetas… tomate unos días para buscar reseñas por internet y ver lo que otras personas dicen acerca del mismo producto y de marcas similares.
Quizás con el paso de los días, te olvides de ello y te evites un gasto innecesario.
Son todos los gastos hormigas juntos los que no nos dejan avanzar y ser libres de deudas. Imagina todo lo que tu dinero puede crecer si lo inviertes.
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