Todas las personas deseamos vernos bien, sobretodo cuando se tiene un lente de cámara enfrente, lo anterior, más que un deseo se ha convertido en una necesidad que hace que algunos procedimientos estéticos vayan en aumento.
De acuerdo a un artículo de la prestigiosa revista científica ‘Ophthalmology Management’ se ha puesto en evidencia la relación que hay entre los selfies y un aumento de las blefaroplastias, cirugías destinadas a corregir el exceso de piel y las bolsas en los párpados.
¿Por qué se caen los párpados?
Parte del envejecimiento natural de cualquier persona es ir perdiendo rigidez en los párpados, lo que desemboca en bolsas debajo de los ojos.
La caída real del párpado (‘ptosis palpebral’) o la de la ceja no solo se debe al envejecimiento, sino también al incremento de peso o a malos hábitos de higiene facial, por ejemplo: no desmaquillarse.
A ello le sumamos las temidas ‘patas de gallo’, es decir, esas rayas alrededor de los ojos que salen por sonreír o hacer demasiados gestos.
De acuerdo a especialistas, el uso de las redes sociales y tomarnos fotos a nosotros mismos, hace que nos veamos constantemente a través de una imagen y se desee mejorarla lo máximo posible.
A ello le sumamos las aplicaciones de edición que desvanece arrugas y permiten darnos una idea de cómo nos veríamos con menos mejillas, pestañas postizas y párpados más amplios como en los filtros de Snapchat.
Lo anterior provoca que millones de personas en todo el mundo, busquen obtener de manera real esa imagen proyectada en la pantalla y la forma más inmediata de lograrla es mediante cirugía plástica en Monterrey, por ejemplo.
Procedimientos en aumento
Un estudio realizado por la Academia Norteamericana de Cirugía Plástica y Reconstructiva (AAFPRS, por sus siglas en inglés) señalan en este sentido que el selfie y su impacto en la estética “están aquí para quedarse” y continúan teniendo un gran efecto en cómo nos percibimos y proyectamos, tanto delante de la cámara como fuera de ella.
“La gente quiere verse mejor debido a los selfis", asegura. Subraya que en 2017, el 55% de las intervenciones de cirugía plástica facial se realizaron porque querían verse mejor en los ‘selfies’, un 13% más que en 2016, y unas cifras que aumentan año tras año, según precisa.
“Cada vez más nuestros pacientes utilizan las redes sociales como un foro donde obtener un sentido o un apoyo ante el paso del tiempo", subraya William H. Truswell, presidente de AAFPRS.
Termina aclarando que todo el mundo muestra en sus cuentas en las redes sociales que nada está fuera de los límites cuando se trata de compartir las mejoras estéticas.
Recordemos que los riesgos de las blefaroplastias son muy pocos y que incluso, puede realizarse sin bisturí, es decir con inyecciones que dejan un resultado muy similar con nada de incomodidad, ni dolor.
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