El clima de nuestro país es uno de los más variados, tenemos la fortuna de poder vivir tal cual las 4 estaciones del año: primavera, verano, otoño e invierno.
Los fríos pueden llegar a ser sumamente helados, mientras que las temporadas de calor realmente son casi insoportables en algunas partes del país.
La solución más práctica ante estas situaciones es contar con aire acondicionado y parece muy fácil simplemente comprar uno que cumpla las necesidades, pero la realidad es que esta compra va más allá de eso.
Para elegir un aire acondicionado se deben tomar en cuenta varios factores como el nivel de eficiencia energética o el lugar en donde será ubicado.
Además, hay que considerar que hoy en día existen varios modelos y marcas, aunque lo más importante es decidir entre un modelo conectado o uno inteligente.
La principal diferencia entre ambos es la conectividad, ya que mientras el aire acondicionado puede controlarse con un control o manualmente, el inteligente puede conectarse con otros dispositivos y funcionar con un control Smart home.
Por pequeña o insignificante que parezca esta característica, lo cierto es que cambia por completo la experiencia de usuario.
Por ejemplo, puedes programar a distancia la temperatura en la que quieres tener tu casa antes de llegar a ella. O también puedes programar horarios para cambiar la temperatura, y que esta coincida con tus rutinas o bien con la hora del día.
Lo anterior también representa un ahorro de energía, ya que al controlarlo a distancia y/o al programarlo, se puede apagar cada que se considere innecesario.
El aire acondicionado es parte fundamental de la domótica, por lo que es recomendable conseguirlo (al igual que otros productos inteligentes) al momento en que un hogar se transforma en una casa inteligente, de esta manera todo trabajará en conjunto.
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